Por ITZEL LUNA
LOS ANGELES (AP) — “Love Island USA” culminó un verano tumultuoso lleno de rupturas explosivas y salidas impactantes en su final de temporada el domingo.
Un voto público (esta nota icluye spoilers) coronó a Amaya Espinal, de 25 años, y Bryan Arenales, de 28, como la pareja ganadora de su séptima temporada.
El reality de Peacock ha tenido un éxito rotundo desde que la temporada se estrenó el 3 de junio. “Love Island” reúne a jóvenes solteros en una villa remota en Fiji para explorar conexiones con el objetivo final de encontrar el amor.
Espinal y Arenales formaron una conexión tarde en la temporada, uniéndose por su cultura latina compartida. Espinal, originaria de Nueva York, es dominicana, y Arenales es de ascendencia puertorriqueña y guatemalteca, según su página de Instagram.
Arenales expresó durante su discurso final antes de que se anunciaran los ganadores: “A menudo decía cuánto quería proporcionar ese lugar seguro aquí para ti, pero poco sabía que tú harías eso por mí también. Dijiste que yo era el agua para tu fuego, pero tú eres mi paz en esta locura”.
Cada uno eligió al azar entre dos sobres, uno de los cuales contenía el premio de 100.000 y el otro nada. Arenales obtuvo el premio completo y decidió dividirlo equitativamente con Espinal.
Olandria Carthen y Nicolas Vansteenberghe fueron los subcampeones, y Huda Mustafa y Chris Seeley —quienes pasaron por una ruptura incómoda y emocional durante el final— quedaron en tercer lugar. Iris Kendall y José “Pepe” García-González ocuparon el cuarto lugar.
La presentadora del programa, Ariana Madix, también anunció que todo el elenco de la Temporada siete se reunirá nuevamente para un reencuentro en Nueva York, que se lanzará en Peacock el 25 de agosto, dijo.
Una temporada de cambios y escándalos
El programa, un derivado estadounidense de la serie del Reino Unido, ha sacudido los realities, convirtiéndose en la serie de entretenimiento más vista de Peacock en dispositivos móviles, según NBC Universal.
Se convirtió en un éxito inesperado y capturó la atención del público el verano pasado, y esta temporada se convirtió en un verdadero fenómeno cultural.
“Love Island: Beyond the Villa”, un nuevo derivado de la serie, se estrenó el domingo y sigue al elenco principal de la sexta temporada mientras navegan por relaciones, la vida y la nueva fama en las redes sociales en Los Ángeles.
Esta temporada también fue criticada pues dos concursantes —Cierra Ortega y Yulissa Escobar— abandonaron la villa tras resurgir publicaciones en las que usaron insultos raciales.
Ortega, quien formaba parte de una de las parejas más fuertes de la temporada con Vansteenberghe, dejó la villa solo una semana antes de la final del popular programa de realidad después de que resurgieran publicaciones antiguas que contenían un insulto contra personas asiáticas. Se disculpó por las publicaciones resurgidas en un video de TikTok de casi cinco minutos el miércoles.
El episodio del viernes vio la eliminación de Ace Greene y Chelley Bissainthe, preparando el escenario para el final. Greene y Bissainthe fueron la única pareja que mantuvo una relación durante la mayor parte del programa.
Una historia de “Cenicienta Dominicana”
Las últimas cuatro parejas salieron en citas durante el último episodio antes de que se coronaran a los ganadores.
A Espinal y Arenales se les dio un álbum de fotos con imágenes de cada uno a lo largo de sus vidas, culminando con fotos de su relación durante el programa. Los dos se unieron por las tradiciones familiares.
Espinal dijo: “Contigo, nunca lloro de tristeza. Cada vez que siento una emoción intensa contigo, siempre son lágrimas de felicidad”.
La cita terminó con Espinal y Arenales tomando una foto, un recuerdo final de su tiempo en “Love Island USA”. La pareja luego hizo su relación exclusiva, señalando que solo se enfocarán el uno en el otro cuando dejen la isla.
Espinal expresó durante su cita: “Siento que soy una Cenicienta Dominicana cuando estoy contigo, y finalmente encontré mi zapato de cristal perfecto”.
Cómo funciona “Love Island USA”
Despojados de sus teléfonos y conexión con el mundo exterior, cinco hombres y cinco mujeres llegan a la villa y se emparejan basándose en el interés romántico inicial. A lo largo de la temporada, el programa introduce un flujo constante de sorpresas, nuevos concursantes que son traídos para interrumpir las relaciones existentes y construir nuevas historias.
Los concursantes son rutinariamente expulsados de la villa, eliminados ya sea por un voto público o por los propios isleños.
Bajo constante vigilancia, los concursantes participaron en competiciones de besos, desafíos de ritmo cardíaco y juegos que inducen drama, propicios para momentos virales. A mitad de temporada, las parejas establecidas fueron temporalmente separadas para Casa Amor, la prueba definitiva del programa, y se les animó a explorar nuevas relaciones con un nuevo grupo de concursantes solteros.
Amaya y Bryan, de llegadas tardías a los favoritos de Estados Unidos
Espinal causó sensación cuando entró como una sorpresa a principios de la temporada y se le atribuyen algunos de los momentos más virales de la temporada.
Espinal cantó para sí misma en la sala de maquillaje: “Nunca dije que era perfecta. Nunca dije que no tenía defectos. Pero al menos soy bonita, y al menos soy un poco divertida, y al menos soy mi propia mejor amiga”, lo que provocó varias versiones en línea e inspiró un mensaje emergente de Google cuando buscas su apodo, Amaya papaya.
La nativa de la ciudad de Nueva York, que se autodenominó una “gánster sensible”, probó varias conexiones, incluidas Greene, Austin Shepard y Zak Srakaew, que todas se desvanecieron. Sus parejas anteriores en el programa dijeron que Espinal, quien es dominicana, expresaba afecto demasiado rápido.
Una conexión surgió entre Espinal y el concursante de Casa Amor, Arenales, tarde en la temporada después de que él la defendiera, diciendo que “viniendo de un hogar hispano, llamar a alguien bebé, mi amor, mi vida, así es como hablamos”.
Arenales le dijo a Espinal durante su cita final: “Cada vez que hablo contigo, mi energía sube. Salgo sonriendo. Eso es lo que quiero en mi vida”.
Espinal dijo que Arenales le permite expresar sus emociones libremente, una diferencia con sus conexiones anteriores, que dijo “me hicieron sentir incomprendida y como si el amor que tenía para dar al mundo necesitara ser diluido, pero cada decisión me llevó a encontrar a mi príncipe azul personal”.
Arenales terminó su discurso llamando a Espinal, “mi diabla, mi alma, y mi loquita”.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.