BUENOS AIRES (AP) — La mesa de los argentinos tiene un alimento fetiche y no es la carne.
El consumo de huevo en Argentina alcanzó la cifra histórica de 380 unidades por habitante durante el primer semestre de este año, según un reporte de la Cámara Argentina de Productores e Industrializadores Avícolas (CAPIA) difundido esta semana.
Si se tiene en cuenta que México es considerado el mayor consumidor mundial de huevos, con un promedio de 379 unidades por habitante, según cifras de 2024, el país sudamericano lo estaría alcanzando.
Una exitosa campaña de comunicación que desmitificó la idea del huevo asociado al colesterol, cambios en los hábitos de consumo y sobre todo su precio accesible para los bolsillos de los argentinos, castigados por años de inflación, explican en gran medida el fenómeno.
“Este crecimiento se dio a pesar de los aumentos de costos porque subimos la producción y bajamos los precios”, explicó Javier Prida, presidente de CAPIA, el martes en entrevista con medios locales.
Mientras el kilo de carne promedia el equivalente a los 10 dólares, los 30 huevos cuestan la mitad, una diferencia sustancial en un contexto en el que si bien la inflación se ha desacelerado por las políticas de ajuste del presidente Javier Milei, todavía marcha a un ritmo de 1,6% mensual.
“Apostamos a la producción en escala y eso hace que el precio que paga el consumidor sea más barato que en otras épocas”, indicó Prida. En dos décadas, el sector pasó de una docena de productores a más de 200 establecimientos avícolas en todo el país, hasta alcanzar una cifra de 1.22 gallinas promedio por habitante.
Según CAPIA, los consumidores menores de 45 años lideran la tendencia.
“Son consumidores sofisticados, exigentes. No es lo mismo comerse un pancho (hot dog) que un omelette. Quieren comida saludable, rápida, algo que sea nutritivo, económico, fácil de hacer y rico. Todo esto hace que el huevo cumpla con esas exigencias”, valoró Prida.
El 30 por ciento de la población argentina menciona primero al huevo cuando se le pide que nombre un alimento. La mayoría de la gente lo come en omelette o a la plancha.