Por DYLAN LOVAN y CAROLYN KASTER
LONDON, Kentucky, EE.UU. (AP) — Las autoridades de Kansas y Texas estaban evaluando los daños el lunes después de que tornados tocaran tierra durante la noche, solo días después de que más de dos docenas de personas murieran en tormentas que arrasaron partes del Medio Oeste y el Sur.
Kentucky fue el más afectado por las tormentas de la semana pasada. Un tornado devastador dañó cientos de hogares, lanzó vehículos, dejó a muchos sin hogar y mató al menos a 19 personas, la mayoría de ellas en el sureste del condado Laurel.
Habrá más condiciones climáticas peligrosas en el centro de Estados Unidos con fuertes lluvias, tormentas eléctricas y posibles tornados, según el Servicio Meteorológico Nacional.
Un poderoso tornado arrasó el condado Reno en Kansas el domingo por la noche, moviéndose a través de áreas rurales y hacia la pequeña comunidad de Plevna, dijeron funcionarios de Manejo de Emergencias del condado en un comunicado de prensa el lunes. El tornado dañó varias casas, árboles y postes de servicios públicos, luego continuó causando daños por aproximadamente 8 kilómetros (5 millas) al norte y este de la ciudad. Los daños fueron extensos, pero no se reportaron heridos ni muertes, indicaron los funcionarios.
Un equipo del Servicio Meteorológico Nacional planeaba salir el lunes para evaluar los daños del tornado en Plevna, declaró Andy Kleinsasser, meteorólogo de la oficina del servicio en Wichita. No se conocían heridos ni fallecidos, informó Kleinsasser. El tornado comenzó en el condado de Stafford y trazó un camino de al menos 32,2 kilómetros (20 millas) de largo a través del condado Reno, dijo.
En la parte occidental de Kansas, la Interestatal 70 se redujo a un solo carril cerca de Grinnell, un pueblo de 260 personas, debido a los daños del tornado y las líneas eléctricas caídas.
La ciudad de Greensburg, Kansas, indicó en redes sociales el lunes por la mañana que había cortes de energía, pero que estaba segura después del “susto de la tormenta”. En 2007, Greensburg fue golpeada por un tornado EF5 que tenía más de 2,4 kilómetros (1,5 millas) de ancho y vientos de hasta 330 km/h (205 mph), arrasando más del 90% de la ciudad de 1.400 habitantes y matando a 12.
El servicio meteorológico confirmó un tornado “grande y extremadamente peligroso” el domingo por la tarde cerca de Mingus, Texas, a unos 110 kilómetros (70 millas) al oeste de Fort Worth. Se reportaron daños significativos, pero no hubo víctimas inmediatas en el condado Palo Pinto, que incluye Mingus, señaló un despachador policial. Los funcionarios estaban evaluando los daños el lunes por la mañana, afirmó el coordinador de Manejo de Emergencias del condado, Chad Jordan.
Las tormentas en Kentucky surgieron de un sistema meteorológico el viernes que mató a siete personas en Missouri y dos en el norte de Virginia, manifestaron las autoridades. Las evaluaciones de daños estaban en marcha el domingo mientras Kentucky preparaba su solicitud de asistencia federal por desastre, dijo el gobernador Andy Beshear.
En San Luis, la alcaldesa Cara Spencer sostuvo que cinco personas murieron, 38 resultaron heridas y más de 5.000 hogares fueron afectados. Aproximadamente a 210 kilómetros (130 millas) al sur, un tornado en el condado Scott mató a dos personas, hirió a varias más y destruyó varias casas, escribió el jefe policial Derick Wheetley en redes sociales.
Aproximadamente 1.200 tornados golpean Estados Unidos anualmente, y se han reportado en los 50 estados. Investigadores encontraron en 2018 que los tornados mortales ocurrían con menos frecuencia en el tradicional “Callejón de los Tornados” de Oklahoma, Kansas y Texas, y más frecuentemente en partes del sur.
La administración Trump ha reducido masivamente el personal de las oficinas del Servicio Meteorológico Nacional, y los expertos temen que eso afecte las advertencias de desastres.
A la oficina en Jackson, Kentucky, que era responsable del área alrededor de London, Kentucky, le faltaba el 25% de su personal en marzo de 2025; el personal del servicio meteorológico de Louisville, Kentucky, estaba reducido en un 29%; y la oficina de San Luis estaba reducida en un 16%, según cálculos de empleados del servicio meteorológico obtenidos por The Associated Press. La oficina de Louisville también estaba sin un jefe permanente en marzo, según los datos de personal.
Los expertos dijeron que cualquier tasa de vacantes superior al 20% es un problema crítico.
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Contribuyeron a esta nota los corresponsales Sophia Tareen en Chicago y Matthew Brown en Billings, Montana.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.