Por NICOLE WINFIELD
ROMA (AP) — El papa León XIV celebró el domingo una fiesta especial que la Iglesia católica utiliza tradicionalmente para recaudar donaciones de los fieles, y el Vaticano, dirigido por el primer papa estadounidense, emprendió una nueva campaña para instar a los católicos de a pie a ayudar a rescatar a la Santa Sede, que enfrenta un gran déficit presupuestario.
León celebró una misa en la basílica de San Pedro por la fiesta de los santos Pedro y Pablo y repitió su mensaje llamando a la unidad y comunión entre todos los cristianos.
En iglesias de todo el mundo, las misas del 29 de julio a menudo incluyen una colecta especial para el Óbolo de San Pedro, un fondo que financia tanto las operaciones del gobierno central de la Iglesia católica como los actos personales de caridad del papa.
Con un video promocional, póster, código QR y sitio web solicitando donaciones a través de tarjeta de crédito, PayPal, transferencia bancaria y transferencia postal, el Vaticano apuesta este año a que un discurso de recaudación de fondos al estilo estadounidense bajo el liderazgo de León, nacido en Chicago, ayudará a mantener a flote la burocracia de la Santa Sede y a eliminar su déficit estructural de 50 a 60 millones de euros (57-68 millones de dólares).
El video presenta imágenes de los emotivos primeros momentos de León como papa, cuando salió al balcón de la basílica de San Pedro y más tarde se emocionó al recibir el anillo del pescador del papado. Con una banda sonora evocadora de fondo, el video superpone un mensaje, disponible en varios idiomas, instando a las donaciones a León a través de la colecta del Óbolo de San Pedro.
“Con tu donación al Óbolo de San Pedro, apoyas los pasos del Santo Padre”, dice. “Ayúdalo a proclamar el Evangelio al mundo y a tender una mano a nuestros hermanos y hermanas necesitados. Apoya los pasos del papa León XIV. Dona al Óbolo de San Pedro”.
El fondo ha sido fuente de escándalo en los últimos años, en medio de revelaciones de que la secretaría de estado del Vaticano manejó mal sus activos a través de inversiones desacertadas, mala gestión y despilfarro. El reciente juicio sobre la fallida inversión del Vaticano en una propiedad en Londres confirmó que la gran mayoría de las contribuciones al Óbolo de San Pedro habían financiado los déficits presupuestarios de la Santa Sede, no iniciativas de caridad papal como se había hecho creer a muchos feligreses.
Entre esas revelaciones y la pandemia de COVID-19, que cerró iglesias y canceló la tradicional colecta del 29 de junio, las donaciones al Óbolo de San Pedro cayeron a 43,5 millones de euros en 2022, un mínimo inédito desde 1986, que sin embargo fue compensado el mismo año por otros ingresos de inversiones e ingresos al fondo.
Las donaciones aumentaron a 48,4 millones de euros (unos 56,7 millones de dólares) en 2023 y alcanzaron los 54,3 millones de euros (casi 63,6 millones de dólares) el año pasado, según el informe anual del Óbolo de San Pedro emitido la semana pasada. Pero el fondo incurrió en gastos de 75,4 millones de euros (88,3 millones de dólares) en 2024, continuando la tendencia en la que el fondo se agota al cubrir los déficits presupuestarios de la Santa Sede.
Además del déficit presupuestario, el Vaticano también enfrenta un déficit de 1.000 millones de euros (unos 1.170 millones de dólares) en su fondo de pensiones que el papa Francisco, en los meses antes de morir, advirtió que no podría cumplir con sus obligaciones a mediano plazo.
A diferencia de otros estados, la Santa Sede no emite bonos ni impone impuestos sobre la renta a sus residentes para llevar a cabo sus operaciones, sino que depende de donaciones, inversiones e ingresos generados por los Museos Vaticanos, y ventas de sellos, monedas, publicaciones y otras iniciativas.
Durante años, Estados Unidos ha sido la mayor fuente de donaciones al Óbolo de San Pedro, ya que los católicos estadounidenses contribuyeron alrededor de una cuarta parte del total cada año.
Los funcionarios del Vaticano esperan que bajo el pontificado de León, con nuevos controles financieros en marcha y un matemático estadounidense al frente de la Santa Sede, los donantes se sientan seguros de que su dinero no será malgastado o malversados.
“Esta es una forma concreta de apoyar al Santo Padre en su misión de servicio a la Iglesia universal”, dijo el ministerio de Economía del Vaticano en un comunicado de prensa la semana pasada anunciando la colecta anual y los nuevos materiales promocionales que la rodean. “El Óbolo de San Pedro es un gesto de comunión y participación en la misión del papa de proclamar el Evangelio, promover la paz y difundir la caridad cristiana”.
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