Por DASHA LITVINOVA
TALLIN, Estonia (AP) — Cuando los rusos echen la vista atrás al año 2025, podrían recordarlo como el año en que el gobierno tomó un control aún más estricto del internet.
Tarjetas de crédito con las que no se pueden comprar boletos para el transporte público. Cajeros automáticos que no se conectan a una red. Aplicaciones de mensajería que no funcionan. Celulares que no reciben mensajes de texto ni datos después de un viaje al extranjero. Madres de niños diabéticos que se quejan alarmadas por no poder monitorear los niveles de glucosa en sangre de sus hijos durante los cortes.
Los cortes de internet en los celulares —que supuestamente sirven para frustrar los ataques de los drones ucranianos— llevan meses afectando a docenas de regiones del país. Las aplicaciones de mensajería populares también están restringidas, y el gobierno promueve en su lugar una app controlada por el estado que los críticos consideran una posible herramienta de vigilancia.
Aunque el acceso a internet de banda ancha y Wi-Fi no se ve afectado, los rusos contactados por The Associated Press describieron las desconexiones digitales en sus vidas cotidianas. Todos hablaron bajo condición de anonimato por preocupaciones de seguridad.
Apagones y “listas blancas” forman parte de la estrategia
Los cortes generalizados de móvil comenzaron en mayo y persistieron durante el verano y hasta el otoño. En noviembre, una media de 57 regiones rusas reportaron interrupciones diarias en las conexiones de telefonía móvil, según Na Svyazi, un grupo activista que monitorea los apagones.
Las autoridades sostienen que estas interrupciones están diseñadas para impedir que los aviones no tripulados de Ucrania empleen las redes móviles para la navegación.
Según el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, son “absolutamente justificados y necesarios”. Pero la analista Kateryna Stepanenko, del Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Washington, indicó que no han sido efectivos a la hora de frenar la intensidad de las operaciones con drones de Kiev “dada la cantidad de ataques que hemos visto en los últimos meses contra refinerías de petróleo rusas”.
En muchas regiones, solo un puñado de webs y servicios online aprobados por el gobierno ruso —agrupados en “listas blancas”— están disponibles durante los apagones.
El contenido de las “listas blancas” varía según el proveedor e incluye webs oficiales, plataformas de correo electrónico y redes sociales, dos mercados online y el motor de búsqueda ruso Yandex y sus servicios. Un proveedor ofrece acceso a una aplicación bancaria, pero otros no. Las autoridades han prometido aumentar los listados.
Marina, que vive en Vladivostok, una ciudad en la costa del Pacífico, describió su ansiedad al descubrir que, durante los apagones, solo funcionaba una aplicación de un banco controlado por el gobierno, y se preguntó qué significaba eso para el futuro.
“Para mí, esto es lo más aterrador”, dijo. “La pérdida de información, la pérdida de libertad, esencialmente, es lo más deprimente para mí”.
En la ciudad de Ulyanovsk, en el río Volga, a unos 700 kilómetros (435 millas) al este de Moscú, un residente contó cómo su tarjeta de crédito no funcionó cuando la pasó por el terminal de pago en un tranvía durante un apagón. No llevaba suficiente dinero en efectivo.
Las familias con niños diabéticos señalan que no pueden monitorear los niveles de glucosa de los pequeños a través de aplicaciones especiales cuando están en la escuela y se caen las conexiones móviles. En publicaciones en redes sociales, las explican que los niños pueden a menudo pasar por alto el momento en que sus niveles de azúcar en sangre cambian, lo que requiere una intervención, y que las apps especiales permitían a los padres controlarlos de forma remota y avisarles. Los cortes en las conexiones lo interrumpen.
Las autoridades han intentado promocionar las ventajas de reconectar con un estilo de vida alejado de la tecnología.
La agencia reguladora de internet, Roskomnadzor, publicó en redes sociales una viñeta en la que se veía a un mismo chico en dos situaciones distintas: una en un apartamento oscuro mirando su teléfono y paseando felizmente en un parque, con una taza de café y un libro.
Desconectarse “no significa perder el contacto. A veces significa ponerse en contacto con uno mismo”, aconseja el personaje.
Pero la publicación recibió mayoritariamente comentarios airados y sarcásticos.
Restricciones a las tarjetas SIM
Una reciente restricción antidrones establece “períodos de enfriamiento” de 24 horas durante los cuales se bloquean los datos y mensajes de texto en las tarjetas SIM que estuvieron en el extranjero o llevan 72 horas inactivas. El propietario puede desbloquearla a través de un enlace enviado por mensaje de texto.
Sin embargo, desbloquear una SIM utilizada en aparatos o equipos conectados a internet sin interfaces para recibir mensajes de texto, como enrutadores Wi-Fi portátiles, autos o contadores, es una misión imposible.
El legislador Andrei Svintsov indicó que el país tiene muchos contadores de electricidad que funcionan con tarjetas SIM que transmiten su lectura una vez al mes.
”¿Significa esto que todos dejarán de funcionar? ¿Todos las calderas de calefacción se apagarán y todos los autos chinos dejarán de funcionar? Este es un problema masivo, y no sé si el gobierno está siquiera al tanto”, agregó.
Aplicaciones de mensajería en el blanco
Otras restricciones apuntaron a dos populares apps de mensajería: WhatsApp, con alrededor de 96 millones de usuarios mensuales en octubre, y Telegram, con 91 millones, de acuerdo con el grupo de monitoreo de medios Mediascope.
Las autoridades comenzaron a restringir las llamadas a través de esas aplicaciones en agosto, supuestamente para frenar las estafas telefónicas, y las están limitando en algunas zonas del país. Yelena, en la ciudad de Krasnodar, en el sur del país, recordó un momento en octubre en el que Telegram no estaba disponible en absoluto, lo que afectó a su trabajo y al de sus compañeros.
Ninguna de esas aplicaciones está en la “lista blanca” del gobierno.
El lístado si incluye a MAX, un servicio de mensajería ruso. Las autoridades lo promocionan de forma activa y, desde septiembre, es obligatorio que esté preinstalado en todos los celulares en Rusia. Los críticos lo ven como una herramienta de vigilancia ya que MAX declara abiertamente que compartirá datos de usuarios con las autoridades a demanda. Los expertos señalan además que no utiliza cifrado de extremo a extremo.
Se está animando a instituciones estatales, funcionarios y empresas a trasladar sus comunicaciones y blogs a MAX. Marina, la residente en Vladivostok, dijo que sus jefes insisten en que se use MAX, aunque con poco entusiasmo. Afirmó que no planea instalarlo, una opinión que comparten otros contactados por la AP.
Los desarrolladores de MAX se jactan de que unos 50 millones de usuarios se han registrado en la plataforma, que según dicen ofrece servicios de mensajería, entre otros.
De acuerdo con Mediascope, MAX tenía alrededor de 48 millones de usuarios mensuales en octubre, pero apenas una media de 18,9 millones de usuarios diarios, muy lejos del promedio total diario de 81 millones de personas en WhatsApp y de los 68 millones de Telegram.
Los rusos se arrugan ante las restricciones
Denis Volkov, director del Centro Levada, el principal encuestador independiente de Rusia, señaló que la actitud de muchos rusos con respecto a las restricciones es la misma que frente al clima: en última instancia, no se puede hacer nada al respecto.
La estrategia de las autoridades parece ser complicar el acceso de los usuarios promedio a “contenido alternativo” para que finalmente dejen de buscarlo, indicó Volkov. Aquellos “que no están tan interesados elegirán canales y formas más simples” para navegar por internet, agregó.
Esa sensación era compartida por el residente de Ulyanovsk, que contó que usa una red privada virtual para acceder a algunas de las webs y plataformas bloqueadas, pero las VPN también quedan inutilizadas habitualmente, por lo que debe instalar una nueva cada pocos meses.
Su círculo cercano de amigos intercambia recomendaciones sobre VPN, pero cree que la mayoría de la población no se tomará tantas molestias.
Para Mikhail Klimarev, director ejecutivo del grupo activista Sociedad de Protección de Internet, internet está vinculado a demasiadas actividades económicas como para bloquearlo por completo.
“Los alimentos se envían a las tiendas a través de internet, tanto el pedido como el procesamiento y otras cosas”, dijo. “Un camión que circula por la carretera está conectado a un sistema de información, mapas, navegación”.
En cambio prevé restricciones de sitios web, VPN y plataformas, incluyendo el bloqueo total de apps como Telegram y WhatsApp, y otras posibles medidas inesperadas.
“Honestamente, lo estoy viendo todo con sorpresa. Parece que ya lo habían pensado todo, y siguen ideando cosas nuevas”, aseveró.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
