Por MATT BROWN
WASHINGTON (AP) — Un ex alto asesor de la ex primera dama estadounidense Jill Biden se convirtió el miércoles en la segunda persona en invocar la Quinta Enmienda constitucional y negarse a responder preguntas de republicanos de la Cámara de Representantes que investigan la aptitud mental del presidente Joe Biden y el uso de la máquina de firmar mientras estaba en el cargo.
Anthony Bernal, quien fue jefe de despacho de Jill Biden, fue citado para testificar por la Comisión para la Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes. Se negó a responder preguntas, invocando las protecciones que impiden que las personas sean obligadas a testificar contra sí mismas en diligencias gubernamentales.
“Bueno, desafortunadamente, eso fue rápido”, dijo el representante James Comer, presidente de dicha comisión, después de que la declaración concluyó. “Creo que el pueblo estadounidense está preocupado. Les preocupa que hubiera personas tomando decisiones en la Casa Blanca que no sólo no fueron elegidas, sino que hasta el día de hoy nadie sabe quiénes eran”.
Bernal ignoró las preguntas de los periodistas al entrar y salir de la sala de audiencias de la comisión en el Capitolio. Iba acompañado de su abogado, Jonathan Su, quien fue asesor jurídico adjunto de la Casa Blanca para el expresidente. En una declaración proporcionada a la comisión, Su señaló que invocar la Quinta Enmienda no es evidencia de conducta ilegal.
El expresidente ha desestimado las investigaciones, considerándolas jurídicamente espurias. En una entrevista reciente con el New York Times, Biden dijo que delegó responsabilidades cuando fue necesario mientras era presidente, pero estaba involucrado activamente y conocía todas las acciones de su gobierno, incluida la concesión de indultos.
“Tomé todas esas decisiones conscientemente”, declaró Biden.
Comer ha solicitado el testimonio de casi una docena de exasesores de Biden mientras lleva a cabo su investigación, incluidos los exjefes de despacho de la Casa Blanca Ron Klain y Jeff Zients; los ex altos asesores Mike Donilon y Anita Dunn; el exsubjefe de despacho Bruce Reed, el exconsejero del presidente Steve Ricchetti, la exsubjefa de despacho Annie Tomasini y una exasistente del presidente, Ashley Williams.
El martes, Comer también convocó a Tomasini para que comparezca ante la comisión el 18 de julio. Ella es la tercera exfuncionaria citada por dicha comisión.
Los demócratas han desestimado la investigación republicana, llamándola un mero teatro político.
“Aún se ven como perdedores”, manifestó la representante demócrata Jasmine Crockett, quien asistió a la declaración de Bernal ante la comisión.
Pero muchos republicanos consideran que la investigación es una alta prioridad para su bancada y un tema políticamente relevante para los votantes antes de las elecciones de mitad de período. La Casa Blanca de Trump ha lanzado su propia investigación sobre la edad de Biden, mientras que los republicanos del Senado también han llevado a cabo audiencias sobre el tema.
“Esto es corrupción al más alto nivel, porque si no puedes responder una simple pregunta sobre las capacidades de Joe Biden, entonces eso demuestra aún más que él no estaba a cargo de su administración”, dijo el representante republicano Byron Donalds, quien asistió a la declaración de Bernal.
Donalds indicó que “cada miembro de la administración de Biden, en este momento, necesita ser citado”, incluidas la vicepresidenta Kamala Harris y Jill Biden.
Comer no descartó intentar obtener el testimonio de Harris o de miembros de la familia de Biden.
“Vamos a traer a todos. Estamos ascendiendo en la línea”, expresó Comer. “Hemos comenzado con personal de nivel inferior que creemos que fueron los que realmente pusieron los documentos en la máquina de firmar y presionaron el botón de encendido. Ahora estamos avanzando hacia las personas que creemos que le dijeron al personal que usara la máquina de firmar”.
“Así que veremos a dónde nos conduce eso”, agregó Comer. “Pero creo que hay muy buenas posibilidades de que le solicitaremos a miembros de la familia que vengan”.
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La periodista de The Associated Press Michelle L. Price contribuyó con este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.