Por KATHY McCORMACK y MARK THIESSEN
Un incendio forestal que se propaga rápidamente ha obligado a evacuar más de 100 viviendas en la isla de Maui, Hawai, a unos 96 kilómetros (60 millas) del sitio donde se produjo un fuego devastador hace dos años, en el que murieron más de 100 personas en la comunidad turística de Lahaina.
El incendio, que comenzó el domingo, está en el lado opuesto de la isla, en una zona escasamente poblada con tierras reservadas para los nativos hawaianos.
Esto es lo que sabemos sobre el incendio hasta ahora:
El incendio ha crecido
El incendio forestal de Kahikinui creció a 202 hectáreas (500 acres) el domingo por la noche, informó el Departamento de Bomberos y Seguridad Pública del Condado de Maui. Las autoridades realizaron evacuaciones puerta a puerta y se cerró parte de una carretera.
No se han reportado heridos ni daños estructurales.
La vicegobernadora, Sylvia Luke, y el alcalde, Richard Bissen, firmaron proclamaciones de emergencia que activan a la Guardia Nacional de Hawai para desplegar recursos según sea necesario, ayudar en la supresión del incendio y proteger la seguridad pública, además de autorizar al condado a acceder a programas de asistencia federal para personas e infraestructura pública.
La Cruz Roja estadounidense abrió un refugio en el gimnasio de una escuela secundaria.
¿Cómo es la región?
Comparado con el atractivo turístico de Lahaina, Kahikinui está menos poblado y desarrollado. Se utilizó para la cría de ganado durante muchos años y está a unos pocos kilómetros (millas) de la Reserva Forestal Estatal de Kahikinui, un área de conservación.
En el Programa de Vivienda de Kahikinui Kuleana se crearon 104 lotes y los colonos aceptaron arrendamientos de 4 a 8 hectáreas (10 a 20 acres) cada uno a partir de 2011, según el Departamento de Tierras para Hogares Hawaianos.
El fuego devastó Lahaina hace casi dos años
El incendio forestal de Kahikinui se produjo en el sureste de Maui, mientras que Lahaina, el sitio donde se produjo un gran incendio en 2023, está en el lado occidental de la isla, a unos 96,5 kilómetros (60 millas) de distancia.
El incendio de Lahaina, el más mortífero en Estados Unidos en más de un siglo, produjo la muerte de más de 100 personas, destruyó miles de propiedades y causó un daño que se calcula en 5.500 millones de dólares.
Otros incendios también arden en el oeste de Estados Unidos
Equipos especializados también combaten incendios forestales en el noroeste del Pacífico, alrededor de la Gran Cuenca, en California y las Montañas Rocosas.
Los pronosticadores del Servicio Meteorológico Nacional y los administradores de tierras federales han advertido en las últimas semanas que el peligro de incendios aumenta en muchos lugares debido al incremento de las temperaturas diurnas y los bajos niveles de humedad.
Los riesgos no comenzarán a disminuir, al menos en el suroeste de Estados Unidos, hasta que el monzón comience a activarse, provocando la tan necesaria lluvia.
En el sur de Nuevo México, un incendio forestal se expandió a casi 77,6 kilómetros cuadrados (30 millas cuadradas) durante el fin de semana en el Bosque Nacional de Gila.
Las llamas obligaron a evacuar hogares que salpican las montañas al norte de Silver City, bloquearon el acceso al Monumento Nacional de las Viviendas en los Acantilados de Gila y provocaron advertencias de calidad del aire mientras el humo se desplazaba hacia el norte. También se cerraron campamentos y puntos de acceso al Sendero Escénico Nacional de la Divisoria Continental.
En Oregon, varias docenas de hogares del condado de Wasco fueron destruidos por un incendio que comenzó el miércoles pasado. Se mantuvieron en vigor algunas órdenes de evacuación, pero los jefes de bomberos dijeron el lunes que la amenaza para las estructuras había disminuido.
En lo que va del año, se ha producido el doble de incendios en Estados Unidos que el año pasado, pero la superficie es menor, según el Centro Nacional Interagencias de Incendios. Más de 2.700 bomberos forestales y personal de apoyo están asignados actualmente a 15 grandes incendios forestales en todo el país.
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McCormack informó desde Concord, Nueva Hampshire, y Thiessen desde Anchorage, Alaska. Susan Montoya Bryant contribuyó desde Albuquerque.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.