Por SUZAN FRASER
ANKARA, Turquía (AP) — Un tribunal turco condenó el viernes al propietario de un hotel de un resort de esquí y a otras 10 personas a cadena perpetua tras declararlas culpables de negligencia grave en relación con un incendio mortal que arrasó la propiedad, reportó la agencia estatal Anadolu.
El incendio afectó al hotel Grand Kartal de 12 pisos en el resort de esquí Kartalkaya, en la provincia de Bolu, el 21 de enero durante las vacaciones escolares de invierno, causando la muerte de 78 personas y dejando heridas a otras 133. Un total de 34 niños que estaban de vacaciones familiares murieron.
El tribunal condenó al propietario del hotel, Halit Ergul, junto con su esposa, dos hijas, gerentes del hotel, un vicealcalde y un subjefe de bomberos por negligencia con “intención probable de matar”. Cada uno fue sentenciado a cadena perpetua por las muertes de los niños y recibió 25 años adicionales de prisión por las otras 44 muertes.
Se espera que los acusados, quienes han rechazado la responsabilidad por las muertes, apelen la decisión. La sala del tribunal estalló en aplausos después que se leyeran los veredictos, y las familias de las víctimas celebraron la sentencia, publicó el canal de noticias Haberturk.
El incendio obligó a los aterrorizados huéspedes y al personal del hotel a saltar por las ventanas o colgarse de sábanas para escapar de las habitaciones envueltas en humo y llamas. Envió ondas de choque por toda Turquía, provocando exhortos generalizados de responsabilidad por negligencia y violaciones de seguridad.
Familiares y amigos de las víctimas realizaron protestas fuera del tribunal durante cada audiencia, sosteniendo carteles de sus seres queridos y exigiendo justicia.
Según la acusación, el incendio comenzó a las 3:17 de la madrugada cuando una chispa de una parrilla eléctrica encendió un contenedor de basura y rompió una manguera de gas licuado de petróleo, provocando el incendio. El personal notó las llamas siete minutos después, pero en dos minutos, el fuego se había descontrolado. El aire de una puerta abierta aceleró las llamas, que rápidamente envolvieron el techo de madera.
Las deficientes medidas de seguridad, que incluían la falta de extracción de humo, alarmas defectuosas, capacitación inadecuada del personal y sistemas de rociadores ausentes, permitieron que los humos llenaran los pisos superiores. Las escaleras y los huecos de los ascensores actuaron como chimeneas, y la ausencia de iluminación de emergencia, señalización y salidas alternativas impidieron la evacuación segura de los 238 huéspedes del hotel, según la acusación.
El hotel abrió por primera vez en 1999 y ha sido operado por la empresa de Ergul desde 2007.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
